Elegir el equipo TIG correcto no depende solo del amperaje. Debes considerar qué materiales sueldas, con qué frecuencia, en qué entorno, y qué nivel de precisión necesitas. Aquí te damos las claves para tomar la mejor decisión técnica:
1. Tipo de material
● Si trabajas principalmente con acero inoxidable o al carbono, un equipo DC es suficiente.
● Si necesitas soldar aluminio, magnesio o aleaciones ligeras, es imprescindible un equipo AC/DC.
2. Espesor y frecuencia de trabajo
● Para mantenimiento técnico o trabajos esporádicos, un modelo monofásico de hasta 230 A es suficiente (chapas hasta 3 mm).
● Para producción continua o espesores medios/gruesos, se recomienda un equipo trifásico de 320–340 A, preferentemente refrigerado.
3. Nivel de automatización o repetitividad
● Si haces trabajos repetitivos, elige equipos con JOB Memory para guardar parámetros.
● Si trabajas en posiciones incómodas o sin pedal, funciones como APC o pulsado XP garantizan un arco estable.
4. Movilidad y entorno de trabajo
● Para uso móvil o desplazamientos frecuentes, elige un equipo ligero, monofásico y compacto.
● Para taller fijo o producción, prioriza rendimiento continuo, refrigeración líquida y conectividad digital.
Conclusión: Cuanto más alineado esté el equipo a tu entorno real de trabajo, mayor será la calidad, eficiencia y durabilidad del proceso de soldadura.
Reseñas (0)